Entre mayo y junio de 2020 murieron 330 elefantes en Botsuana, país que alberga un tercio de la población de este animal en África. Las causas de estas muertes eran desconocidas.
Las autoridades sostienen que los elefantes perdieron la vida en el delta del Okavango por la ingestión de cianobacterias.
Las cianobacterias son bacterias tóxicas que pueden aparecer de forma natural en aguas estancadas y a veces crecen en grandes flores conocidas como algas verde-azuladas.
Los humanos pueden estar expuestos a las toxinas de las cianobacterias al beber o bañarse en agua contaminada y entre sus síntomas se incluyen irritación de la piel, calambres estomacales, vómitos, náuseas, diarrea, fiebre, dolor de garganta, dolor de cabeza.
Los científicos, además, advierten que el cambio climático juega aquí un papel importante, pues hace que estos incidentes, conocidos como florecimientos tóxicos, sean más probables, ya que se dan más en aguas calientes.