Aunque muchos lo conocen como “muerte de cuna” el nombre correcto es el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), este se refiere al fallecimiento repentino e inexplicable de un bebé menor a un año de vida.
El SMSL es la principal causa de muerte entre los bebés de 1 mes a 1 año de edad y, a pesar de los años dedicados a investigarlo, continúa siendo impredecible.
Especialistas aseguran que la principal asociación de riesgo en todo el mundo, es que los bebés duerman boca abajo, en esta posición su pecho se comprime, de esta forma se para la respiración y el corazón.
“Los bebés no tienen fiebre, no tienen frío, no lloran. Nada. Nadie se da cuenta que murieron hasta que los mueven. Incluso de practicarse una autopsia, todo se encuentra normal. El evento final se da por arritmias o por una descarga cerebral que dicta al corazón pararse”, dijo Alfonso Gutiérrez Padilla, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales Externos (Ucinex) del Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde”.
Con respecto a cifras, el Seguro Popular reporta 350 muertes de niños anualmente. Frente al promedio de dos millones y medio de niños que nacen en el país cada año, deben existir cuando menos 2 mil y hasta 4 mil casos de muerte súbita”, sostuvo Gutiérrez Padilla.
El riesgo de SMSL puede reducir al acostar al menor boca arriba, en u colchón duro que no se hunda, usar telas de algodón y evitar usar peluches o cualquier otro adorno en la cuna.