Una niña de tres años murió de un infarto tras ingerir la cocaína que su padre dejó en casa, el pasado abril del 2019 en el Reino Unido. Fue recientemente que el juez a cargo dictaminó las causas de la muerte, alegando que esta fue “innecesaria” y que se pudo haber evitado.
Por este motivo, concluyó que la droga fue “dejada por descuido” y ahora el padre tendrá que afrontar a las autoridades, quienes anunciaron una investigación al respecto. De acuerdo con un portavoz se la policía, ya se han arrestado a seis personas relacionadas al caso, pero todos han sido liberados hasta que las indagaciones concluyan.
La autopsia reveló que la niña, identificada como ‘K’ por motivos legales, tenía astros de cocaína en su torrente sanguíneo pese a haber sido ingresada al hospital bajo sospecha de sepsis o meningitis. En consecuencia, ambos padres trataron de culpabilizarse entre sí, mientras que el resto de sus hijos fueron puestos a cargo de los servicios sociales.
Hasta el momento el juez considera que el padre llevó la cocaína a la casa debido a sus actividades relacionadas con las drogas, para procesarla de “alguna manera en una zona a la que tendrían acceso los niños”, y que la madre “sabía muy bien” lo que el hombre hacía.
Sin embargo, se habría hecho de “la vista gorda o se habría convencido de que se estaban tomando las precauciones suficientes para proteger a los menores. Esto fue para engañarse a sí misma”. Y finalmente, describió a la niña como juguetona, atrevida y cariñosa.
“Si alguna vez hubo una lección de los peligros del uso indebido de drogas, esta la brinda. Tengo pocas dudas de que los adultos, los jóvenes y los niños seguirán muriendo por la ingestión deliberada e inadvertida de drogas ilícitas”, declaró el Williams.
(Agencias)