Está acusado y denunciado ante la FGJ por homicidio en grado de tentativo, daños y abuso de autoridad.
Por Carlos Sahagun
Una vez más el jefe policiaco de Puerto Morelos, Alfredo Serrano Guinto, busca inculpar a un subordinado y autoprotegerse de sus fechorías; esta vez busca librar la denuncia que tiene ante la Fiscalía General de Justicia por homicidio en grado de tentativa, extorsiones y abuso de poder.
Al Igual que lo hizo cuando ordenó reprimir a los manifestantes en el casco antiguo de Puerto Morelos y culpó a Luis Alvareda; provocando su destitución cuando habían evidencias de que fue el propio Alfredo Serrano el que orquestó la represión de los manifestantes; ahora convenció a Joaquín Poot Acosta, clave “Sagitario” de que declare que él manejaba la patrulla número económico 15 el día 18 de septiembre de 2020 cuando atentaron contra un ejidatario de Leona Vicario.
No es casual y “Sagitario”, esté dispuesto a pagar los platos que Serrano Guinto rompe, ya que es parte del negocio de las extorsiones que el jefe policiaco lidera al interior de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito de Puerto Morelos.
Fuentes fidedignas señalaron que ayer 12 de octubre, Joaquin Pot Acosta, buscó con la mediación de Yohe Alpuche a uno de los testigos para intentar comprarlo a efecto de que cambie su declaración.
Lo que Alfredo Serrano Guinto no sabe es que hay varios testigos que lo vieron junto a su chofer “El Negro” en la patrulla número 15 en Leona Vicario esa noche de los hechos, en el que se le acusa de intento de homicidio, ya que estuvieron en una fiesta del cumpleaños de la hermana de “El Negro” Andrés Cervantes Padilla, misma que también trabaja en Seguridad Publica.
Las fuentes señalaron que con el dinero que ha embolsado Alfredo Serrano Guinto, producto de sus extorsiones y negocios ilícitos, ahora pretende comprar testigos y salir librado de los delitos que se le imputan ante la FGJ.
Trascendió también que ha buscado a terceros para intimidar a la víctima que lo denunció ante la Fiscalía por homicidio en grado de tentativa, daños y abuso de autoridad.
La pregunta que se hacen los portomorelenses, es; ¿hasta cuándo dejará la presidenta municipal Laura Fernández que un “aspirante” a director siga ejerciendo el cargo no obstante ha reprobado los exámenes de control de confianza?