A casi un año de que los casinos cerraron sus puertas, las autoridades sanitarias estatales autorizaron los lineamientos que deberán cumplir los 16 centros de juegos y sorteos para que puedan volver a operar en Quintana Roo.
En los lineamientos, publicados en el Periódico Oficial, se establecen los protocolos ya conocidos, como uso obligatorio para trabajadores y clientes de cubrebocas, toma de temperatura para acceder a las instalaciones, el uso de gel antibacterial, limpieza constante de mesas y demás mobiliario máquinas, superficies de alto contacto –como mostradores, ascensores, manijas de puertas, baños públicos y demás– con desinfectantes y demás productos, hasta los más específicos, como la distribución de personas por mesa de juego.
Por ejemplo, sólo se permitirá participar a tres jugadores por mesa de blackjack y por mesa de pai gow; a cuatro jugadores por mesa de ruleta y de póquer; a seis por mesa de craps y a ocho jugadores por mesa de dados. Todo ello para garantizar la sana distancia entre participantes, aunque cada operador de establecimiento deberá requerir al menos un puesto vacante entre un cliente y otro, además de que tampoco se permitirá clientes alrededor de las mesas de juego, todo ellos para garantizar la sana distancia.
Las autoridades sanitarias establecieron que para los juegos en los que las cartas se reparten boca arriba y los clientes no pueden tocarlas, como el blackjack de límite bajo y los juegos de baccarat de límite bajo y las tarjetas deben desinfectarse o reemplazarse por unas desinfectadas cada que el turno de un operador termine.
En el caso de aquellos juegos en los que los participantes pueden tocar las cartas y los azulejos, como las de límite alto baccarat, blackjack de dos pisos de límite alto, pai gow, póquer y derivado de póquer juegos, cada operador deberá poner a disposición de los presentes líquido desinfectante o toallitas húmedas.
Después de cuatro horas de uso en juego activo, o al cambio de jugador, las cartas y fichas serán reemplazadas con tarjetas o azulejos nuevos o, en su defecto, desinfectados.