Redacción / Boom FM Quintana
Quintana Roo.-La ex Coordinadora General de Comunicación del Estado, Briget Ortega Aviña, protagonizó uno de los escándalos más turbios de la administración estatal en 2023. Con la destreza de un tahúr, Ortega desvió 60 millones 244 mil 198.49 pesos de los impuestos de los ciudadanos de Quintana Roo para “callar bocas” y silenciar a medios de comunicación que, hasta entonces, criticaban ferozmente al gobierno de la 4T. Todo mientras hospitales carecían de insumos y la violencia alcanzaba niveles alarmantes.
Bajo el descarado lema de “Te pago para que me alabes, no para que critiques mi administración”, cinco medios locales fueron agraciados con cantidades millonarias, en lo que no fue sino un intento descarado por desviar la atención de los múltiples problemas del estado. En lugar de enfrentar las críticas con transparencia, Briget optó por el camino de los cañonazos de dinero, repartiendo millones como si se tratara de su propio patrimonio. Y lo peor: algunos de estos medios fueron reclutados para realizar “guerra sucia” contra opositores.
Entre los afortunados se encuentran El Sol de Quintana Roo, que recibió la jugosa cifra de 16 millones 238 mil 853.48 pesos, y por arte de magia, la gobernadora Mara Lezama dejó de ser corrupta para ellos. Le siguió el sitio recién nacido Momento Quintana Roo, creado el 17 de julio de 2023, que se embolsó nada menos que 14 millones 194 mil 379.65 pesos en tiempo récord.

El escándalo crece cuando descubrimos que hasta el Quequi de la familia Millar recibió 13 millones 777 mil 571.91 pesos, y el Diario de Quintana Roo se alzó con 13 millones 875 mil 973.45 pesos. Estos medios, antes críticos, ahora parecen haber sido convertidos en dóciles aliados, cantando loas a una administración que, según ellos, ha alcanzado la pureza.

Pero la corrupción no se detiene ahí. En un giro inesperado, 2 millones 157 mil 600 pesos fueron entregados a FINTECH INVESTMENT CMJU, una empresa investigada previamente por sus oscuros vínculos con el DIF Solidaridad, donde también estuvo involucrada Laura Beristain. Con tal trayectoria, uno se pregunta: ¿qué clase de “publicidad” justifica estos pagos?
Este despilfarro de recursos públicos es aún más indignante cuando se compara con el exiguo presupuesto de dependencias clave, como la CEAVEQROO (Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas), cuyo presupuesto anual apenas alcanza 25 millones de pesos. Mientras Briget dilapidaba más del doble en medios, las víctimas de la violencia en el estado seguían esperando justicia y apoyo.

Pero si pensabas que los medios simplemente guardaron silencio, estarías subestimando la astucia de Ortega. Según reportes, incluso ofrecía pagos a periodistas críticos para que retiraran publicaciones incómodas o suavizaran sus editoriales. La prensa, en vez de fiscalizar, se convirtió en su cómplice. Los que aceptaban, recibían promesas de pago que en muchos casos jamás se concretaron, dejándolos a merced de las manipulaciones de la exfuncionaria.
Al mismo tiempo, Briget y su pareja sentimental amasaban una considerable fortuna, dirigiendo medios de comunicación que recibían suculentos contratos publicitarios. El objetivo: consolidar un imperio mediático al servicio de la Cuarta Transformación.
La estrategia de control no se limitó a la prensa, sino que fue usada para ejecutar guerra sucia en procesos electorales, como lo vivieron Lili Campos en Solidaridad y Juanita Alonso en Cozumel. Cada paso en falso de la oposición fue amplificado por los medios bajo su control, mientras los críticos del gobierno eran blanco de campañas de desprestigio.
A lo largo de su gestión, Briget Ortega demostró ser no solo una maestra en la manipulación de medios, sino también una experta en el arte del chantaje. Con la tranquilidad de quien opera desde las sombras, su legado es un estado donde la corrupción es aplaudida por la prensa y los escándalos son ocultados tras portadas compradas. Pero ahora, la verdad sale a la luz.
¿Hasta cuándo seguirá la impunidad? ¿Cuántos más serán callados con el dinero de los quintanarroenses? ¡El enano del tapanco tiene nombre y apellidos, y está más cerca de lo que pensamos!