El amor de un padre por sus hijos no tiene límites, un ejemplo de ello fue el hermoso gesto que hizo este hombre por su primogénito.
El pequeño Joey, de seis años, fue sometido a una arriesgada operación a corazón abierto, la cual duró más de ocho horas. El niño nació con una estenosis aórtica supravalvular, defecto cardíaco que causa el estrechamiento del gran vaso, para el cual la sangre del corazón no llega al resto del cuerpo.
A pesar de que existía solo un 10% de sobrevivir, Joey fue intervenido ya que podría morir de todas maneras, tal como contó su madre Leanne Watts a Unilad.
“Me dijeron que mi niño podría perder la vida en cualquier instante, que si no haciamos algo ahora, sería inevitable más adelante”.
Actualmente, Joey ahora se encuentra fuera de peligro, pero le quedó una gigante cicatriz de por vida. Lejos de avergonzarse, el menor la lleva con orgullo ya que es una marca de guerra para él
Admirado por la valentía del pequeño, su padre Martin Watts, se tatuó la misma línea de su hijo en el pecho, ganándose el respeto de todos.
“Es absolutamente fantástico, solo le muestra que no tiene nada que tener y que debe estar orgulloso de lo que ha logrado en la vida. No es fácil que un niño de seis años o cualquier otro se someta a este tipo de cirugía. Le hemos dicho que debería ser algo de lo que no debería avergonzarse. Todos los guerreros deben estar orgullosos de sus cicatrices”.