Cada 15 de octubre se celebra el Día Internacional de la Mujer Rural, una fecha que resalta el papel fundamental de las mujeres que trabajan en el campo, muchas de ellas enfrentando condiciones adversas y desigualdades estructurales. En Chiapas, donde la agricultura es una de las actividades económicas más importantes, las mujeres rurales son una fuerza silenciosa que sostiene no solo a sus familias, sino también a comunidades enteras.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), aproximadamente 400 mil mujeres se dedican a actividades agropecuarias en Chiapas, representando el 30% de la fuerza laboral agrícola del estado. Sin embargo, a pesar de su significativa contribución, enfrentan enormes desafíos. Más del 60% de estas mujeres carecen de acceso a recursos productivos como tierras, financiamiento y tecnología adecuada.



El informe de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) destaca que solo el 14% de las mujeres rurales en Chiapas tiene acceso a créditos, lo que limita su capacidad para mejorar sus condiciones de vida y las de sus familias. Además, el 31% de las mujeres en el sector agrícola no cuenta con formación adecuada, lo que perpetúa un ciclo de pobreza y desigualdad.
A pesar de estos retos, las mujeres rurales chiapanecas están rompiendo barreras. Proyectos de agricultura sostenible y organizaciones comunitarias han surgido, empoderando a las mujeres para que asuman roles de liderazgo y transformen sus comunidades. El trabajo de mujeres como María López, quien lidera un colectivo de mujeres productoras de café en la región de Chiapas, demuestra que la unión y la capacitación pueden generar un impacto significativo en el desarrollo económico local.
En este Día Internacional de la Mujer Rural, es fundamental reconocer y valorar el papel de estas mujeres en la producción de alimentos y el cuidado del medio ambiente. Su labor es esencial para la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible. Sin embargo, para lograr una verdadera equidad de género, es crucial implementar políticas que les brinden acceso a recursos, capacitación y oportunidades que les permitan alcanzar su máximo potencial.
La celebración de este día debe ser un llamado a la acción, un recordatorio de que la lucha por los derechos de las mujeres rurales en Chiapas y en todo el mundo continúa. Es momento de visibilizar su esfuerzo y fortalecer su papel en la construcción de un futuro más justo y equitativo para todos.